Las tarántulas mexicanas recuperan su valor ecológico tras años de
maltrato
COYUCA DE BENÍTEZ, GUERRERO
(16/ENE/2017).- Durante años, los habitantes del municipio de Coyuca de
Benítez, en Guerrero, mataban a las tarántulas por considerarlas peligrosas o
las comercializaban, pero esta situación está cambiando gracias a un centro de
conservación que intenta concienciar sobre el valor ecológico de la especie.
La Unidad de Manejo Ambiental Aracneé,
ubicada en Guerrero a poca distancia del balneario de Acapulco, posee la
colección de tarántulas vivas más grande del mundo, entre ellas la tarántula
mexicana de rodillas rojas (Brachypelma smithi), originaria de la zona y
bautizada con ese nombre por las franjas rojizas que presentan sus patas.
Sin embargo, la instalación, creada en
2014, no sólo nació para exhibir la diversidad de estas exóticas criaturas,
sino también para que los visitantes “aprendan a conocerlas, a cuidarlas y a
amarlas”, afirma Juan Sánchez Hinojosa, propietario de Aracneé.
La tarántula mexicana “sufrió saqueos,
las mataban, y la gente no sabe que es una especie completamente inofensiva”,
asegura Sánchez.
Además, de acuerdo con estudios
realizados, se calcula que entre la década de los ochenta y de los noventa,
antes de que entraran en vigor las normas oficiales que protegen la especie,
del municipio se extrajeron ilegalmente más de 200 mil tarántulas mexicanas, lo
que supuso un duro golpe medioambiental.
Y es que estos arácnidos “realmente
ayudan a la ecología y son pieza fundamental en la cadena alimenticia”, porque
son los que se encargan de “regular todas las poblaciones de insectos”, resalta
Sánchez, quien recuerda que, por ejemplo, hace medio siglo las tarántulas se
soltaban en los sembradíos de Coyuca para luchar contra las plagas.
“Mataban todas las plagas (de insectos)
que llegaban a los sembradíos, y luego entre ellas se mataban y quedaba una
tarántula; no había plaga de tarántulas posteriormente”, relata.
La colección de Aracneé abarca 379
tarántulas exhibidas, entre ellas la Goliat de Burgundy, originaria de Guyana y
la más grande conocida, o la tarántula enana de Bolivia, la más pequeña del
mundo, con un tamaño de solo cinco centímetros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario